Fundado apenas en 1907 en una antigua ranchería rarámuri llamada Nariachi, el municipio de Bocoyna, el poblado de Creel fue por mucho tiempo la última estación del Ferrocarril Kansas City, México y Oriente, que en los años 60 se amplió y actualmente se conoce como Chihuahua al Pacífico, el famoso «Chepe» que atraviesa desde Chihuahua hasta Sinaloa. El carácter de Creel como punto de afluencia comercial se fue acercando al turismo gracias a su cercanía con sitios de gran belleza como el Divisadero, las cascadas de Rukiraso, Basaseachi y Cusárare, la comunidad de Arareko, y por supuesto, las Barrancas del Cobre. Fue así como en 2007 este municipio se ganó su designación como Pueblo Mágico.
Antes de sumergirse en la belleza natural de sus alrededores, Creel tiene mucho qué ofrecer a sus visitantes. Para disfrutarlo mejor, es recomendable rentar una bicicleta y recorrer las calles y los alrededores del poblado, con sus paisajes de ensueño entre bosques y hermosas construcciones antiguas. Además de las tradiciones de los tarahumaras, el rico pasado religioso de este Pueblo Mágico se ve plasmado en su arquitectura. Si bien sus construcciones actuales datan de no más de un siglo.